UNOS CHISTES MUSICALES PARA AMENIZAR EL DIA.

Hola mi gente.

Aqui os dejo unos cuantos chistes musicales para amenizar el dia.

Espero que os gusten.

Besos.

BAU.


-Un guitarrista regresa a su casa de una gira, agotado. Sus amigos le preguntan qué ha pasado:
- Ufff... Se rompió la cinta, y tuvimos que tocar de verdad.


-Un joven estudiante de los últimos años de guitarra consigue que le dejen ofrecer un recital en la casa de la cultura del pueblo en el que veranea. En presencia de todas las fuerzas vivas comienza el recital, que es un absoluto fracaso. En el intermedio, la madre del jovencito pregunta al alcalde:
- ¿ Qué le parece la ejecución ?
- Hombre, quizá sea excesiva; con darle un par de hostias quizá sea suficiente.


-Una esposa de un guitarrista cansada de que en la casa solo se hable de música le dice : desde este momento en esta casa no quiero escuchar nada que tenga que ver con música , me entendiste.
Y el guitarrista le responde : SI MI SOL


-Dos viajeros en el tren:

-¿Y usted de dónde es?

-De Santander ¿Y usted?

-De San Sebastián ¡Ahí va la Virgen!, qué casualidad, los dos del norte! ¿Y a qué se dedica?

-Soy violinista

-¡Rediós!, ¿qué dices? Yo también. Pero no serás tan bueno como yo.

-¿Que no? Fíjate si seré bueno, que cuando toco en la iglesia de mi pueblo, en Santander, la Virgen de madera...¡llora!
-Eso son chocholinadas; precisamente el domingo pasado toqué en la catedral de Bilbao y, de lo bien que lo hice, Jesucristo se bajó de la cruz, me dio un abrazo y me dijo: "¡Eso sí es tocar y no lo del hijo de ***** de Santander, que hace llorar a mi madre!"


-Cuantos vocalistas se necesitan para cambiar un bombilla??

- Solo uno, levanta el brazo, sostiene la bombilla, y espera que todo el mundo de vueltas alrededor de él.


-Dos amigos discuten porque uno de ellos afirma que en uno de los bares de la noche anterior, había un WC de oro. La discusión se alarga y deciden volver a dar toda la vuelta para comprobarlo. Recorren todos los bares, tomando una y otra copa, cada vez más borrachos, preguntando por el WC de oro. Al final, entran en uno y dicen:
-- ¿Oiga, tiene usted…?
No llegan a terminar la frase y el dueño del bar le grita al músico:
-- Carlos, esconde el saxofón, que están aquí los de anoche.